jueves, agosto 09, 2007

Agua

Tal vez algún día llueva dentro de mi habitación y me despierte el sonido de la mesita de noche que se ha quedado atorada en la ventana.

No estoy muy seguro de que sienta miedo si eso llegase a ocurrir. Aparte de la sorpresa de encontrarlo todo inundado, la vida seguiría siendo muy normal; simplemente distinta.

Me acostumbraré a ver el valle cubierto de agua e iré remando a trabajar todos los días.

Francamente, no me importa si no sobreviven las orquídeas.

Pero no te preocupes, aun así, te llamaré todas las noches para que veamos juntos la luna sobre las olas.

Te quedarás conmigo hasta el amanecer y nos despertaremos abrazados en mi habitación, con la piel mojada de tanto amar y la mesita aún atorada en la ventana.

Hace frío, afuera sigue lloviendo, y nuestras ideas, que ahora confundimos con pasiones, todavía no se secan.

1 comentario:

Unknown dijo...

Y qué más dá si una ola lo arrastra todo, si os lleva juntos... Enternece el alma, debe ser por el agua. :)

Lametadas.