Amanecer
Acaba de entrar. Se sienta sobre la cama con la espalda apoyada en la pared. Desde niño le ha gustado sentir el frío de los muros en su piel. Está ausente. Sin su respiración, este cuarto estaría vacío. ¿En qué piensas joven soñador? ¿Qué noticias nos trae el tiempo?
Hoy hubo eclipse en algún lugar del mundo. Precisamente hoy. Quizás hoy también haya nacido un alma muda bajo la oscuridad compartida del sol y la luna. Un alma como la mía. Desearía vivir en el tiempo en que los astros definían el destino de los hombres. Todo sería más fácil. Todo tendría sentido.
Tiene los ojos abiertos y las manos apoyadas en sus piernas. Su silencio de perro mudo hace que su cuerpo, joven y a la vez viejo, se parezca a las piedras del río. Está puesto ahí, sin mover ni alterar nada, como quien espera del otro lado del espejo. ¿Qué estas esperando? ¿Acaso te está derrotando el tiempo?
Miles de noches han caído sobre mi cabeza. La rasgaron, poco a poco. Las estrellas ya no me producen la misma fascinación de antes. Ya no tengo tiempo de verlas. No con los mismos ojos. Sueño con un valle cubierto de orquídeas azules que se mueven como las olas al compás del viento. Pero en realidad lo único que quiero es que mi piel vuelva a estar viva. He tenido suficiente de la soledad. Quiero salir a buscar el viento. Voy a abrir mis alas, de nuevo.
Creo que se acabó el tiempo de esperar. Me voy a buscar nuevos soles y lunas. Quiero ver lo que mi alma no ha podido, antes de que me despierte el día. Ahí te dejo, soledad azul.
1 comentario:
La soledad puede ser multicolor si estas dentro de ella...
beijos...até
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