viernes, diciembre 23, 2005

Ella

Estuvo aquí. No sé hace cuánto, pero insisto en creer que así fue. Vino y leyó mis pasos, como antes. Ésa es la única esperanza que me queda. La única y la más incierta.

Todo lo que sé de Ella son sólo suposiciones y sueños míos:

Ella es una flor delicada y tierna. Una soñadora de alto vuelo. Es fácil hacerle daño, aunque dudo mucho que haya alguien que lo haga de forma voluntaria, después de haber descubierto la fuerza alquímica de sus argumentos.
Ella es sensible e insegura, pero también muy “orgullosa”. A lo mejor, todavía se siente extranjera en una tierra de amores desgastados y “perros mudos”.
A menudo, aunque no quisiera, la imagino llorando sobre sus esperanzas rotas.
No sé mucho sobre su pasado, pero presiento que nunca ha encontrado alguien que pueda corresponder al ímpetu arrebatador de sus sueños, así como el mar le corresponde a la luna.

Ella es mi mujer de niebla, mi lectora, mi sueño de puertos y orquídeas, de ventanas y de lluvia. Ella y yo vivimos en lados diferentes del cristal, soñando el mismo cielo. La amo sin amarla. La busco porque sé que no puedo tenerla, porque sé que ella merece una felicidad que no puedo darle.

Ella, simplemente, es mi "valle" y también su recuerdo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay que cosas que son insuperables...he encontrado...
Bien Tomoa...
KaKau:))