Vuelven los fantasmas
Estoy solo, de nuevo, y no me sorprende, pero tampoco me asusta. Presiento que se acabó el tiempo de las fiebres repentinas. Voy a ser honesto. Ya no saldré como un tonto a buscar el amor debajo de las piedras. Dejaré que la lluvia siga cayendo. No voy a volver a llorar ni a revivir viejos "complejos".
El tiempo nunca se detiene. El cielo cambia todos los días. No vale la pena detenerse en la ventana a llorar sobre las alas caídas de las mariposas. Estoy solo, porque así debe ser. Porque todavía no estoy listo para dejar de estarlo. Porque ella no está lista para dejarse encontrar de forma "casual" en una calle cualquiera.
Vuelven los fantasmas, uno por uno, para recordarme todos los sueños y esperanzas que jamás pude realizar. Dejan oír sus pasos sobre mi almohada y se ríen de mí. Me amarran y me ponen en un barco que viaja contra la corriente. Pero ya no más. Esta noche encontrarán la puerta cerrada. Los veré a través del "ojo mágico" mientras se golpean intentando entrar. "Lo siento", les diré, "estoy solo pero ya no tengo miedo de quedarme así".
Esta noche vuelven los fantasmas pero prometo que encontraré la forma de "disecarlos", para observarlos cuando yo quiera y no cuando ellos piensen que estoy triste.
Estoy solo pero no he perdido la esperanza. En el puerto, la brisa todavía trae el sonido de barcos que me esperan en "altamar", quizás vacíos, quizás no.
El tiempo nunca se detiene. El cielo cambia todos los días. No vale la pena detenerse en la ventana a llorar sobre las alas caídas de las mariposas. Estoy solo, porque así debe ser. Porque todavía no estoy listo para dejar de estarlo. Porque ella no está lista para dejarse encontrar de forma "casual" en una calle cualquiera.
Vuelven los fantasmas, uno por uno, para recordarme todos los sueños y esperanzas que jamás pude realizar. Dejan oír sus pasos sobre mi almohada y se ríen de mí. Me amarran y me ponen en un barco que viaja contra la corriente. Pero ya no más. Esta noche encontrarán la puerta cerrada. Los veré a través del "ojo mágico" mientras se golpean intentando entrar. "Lo siento", les diré, "estoy solo pero ya no tengo miedo de quedarme así".
Esta noche vuelven los fantasmas pero prometo que encontraré la forma de "disecarlos", para observarlos cuando yo quiera y no cuando ellos piensen que estoy triste.
Estoy solo pero no he perdido la esperanza. En el puerto, la brisa todavía trae el sonido de barcos que me esperan en "altamar", quizás vacíos, quizás no.
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