jueves, septiembre 22, 2005

Hoy

Hoy es simplemente el comienzo de algo que aún no me atrevo a definir. Siento miedo. No lo puedo ni quiero evitar. No tengo que hacerlo. Hoy he visto al sol y mi sombra tan solos como siempre. Estoy solo. Solo. Solo. Pero también he visto tus ojos. Creí haber visto tus ojos. Creí haber visto el rubor de tus mejillas. Me detuve para que el sol siguiera dibujando mi sombra solitaria. Me detuve para ensombrecer tus ojos. Me detuve para alimentar la duda. ¿Son tus ojos iguales a los ojos del sueño? Negros y locuaces. Negros e inmensos en su soledad. Estamos solos. Solos. Solos. Aunque nuestras sombras, que juegan a ser almas, se pierdan en un solo valle y jardín. ¿Por qué tu voz suena como la voz de la muerte? Me acerco al silencio. Me acerco al olvido. Me acerco a tu sonrisa, sin esperanza. Hoy es simplemente el final de mi vida sin ti.

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