martes, mayo 02, 2006

Día de abril 2

Bueno, qué puedo decir, abril se acabó y no me di cuenta. Es como si me hubieran golpeado en la cabeza. Tuve sueños extraños durante varios días, sueños que no se iban cuando abría los ojos. De cualquier manera, el mundo no desaparece cuando los cierras.
Intenté hablar con Ella, pero todo fue inútil. Está muy ocupada. No tiene tiempo para mí. Siempre hay una palabra en sus labios para decirme "no", sin hacerlo. "Eres muy complicado". ¿Lo soy?
La "primera" vez que la conocí le contaba historias que se me ocurrían mientras ella estaba en clase y yo la esperaba en el corredor. Eran muy sencillas, sin embargo, siempre veía algo más en ellas, algo que yo ni siquiera había previsto.

"Hoy vi pasar un caballo frente a mi casa. Tenía el estómago inflamado y caminaba despacio. No era como esos animales que ves correr en la televisión, los que van por las llanuras mientras el viento hace ondear su crin. Éste tenía hambre. Cuando te dije lo que había visto, no me creíste. No hay caballos en las ciudades. Pero yo vi uno. Te lo juro. Lo vi. Caminaba entre los autos, lentamente, como lo hacen los que saben exactamente cuál es su destino”.

Ese tipo de cosas le fascinaban. Yo era un filósofo, un poeta, un escritor, un soñador, un romántico; era un ángel que quiso abandonar el cielo para estar con ella. Pero ahora, sólo soy un hombre “complicado”.
Está bien lo admito, sí me di cuenta de que el mes se había terminado. Tuve que ir solo a despedirlo. Subí a lo alto del cerro. Me acerqué al mirador. Busqué su barrio. Imaginé su casa. Y empecé a leer las cartas que le había escrito, una por una. Seré sincero. No tuve el valor de romperlas. En lugar de eso, pensé en sellarlas en lo más profundo de mi ser, allí, entre mi vientre y mi espalda, en el lugar donde habita el vacío que creo que me llevará a la muerte.
De nada sirve decir adiós, si Ella no te oye.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Así es de extraño: un día es fuego, al otro hielo.

N dijo...

Este blog va haciéndose poco a poco un gran hueco, y no es para menos, a mi personalmente me encanta.

Yo también fui filósofo, poeta, escritor, romántico, y un ángel desertor (aún quedan vestigios en mi nombre), y ahora, ¿qué seré ahora?

Un saludo.

Pd.: He puesto un enlace a Tomoa en Diario Nocturno.

Anónimo dijo...

A mí la gente simple no me interesa en absoluto. Qué aburrido ser un ángel y no apuntar maneras de complicación.

Besos de carmín rojo.

Amapola dijo...

vamos la conjugacion de los dias a veces nos parecen de maneras imaginables ...
os dejo un fuerte abrazo para vuestra persona...
espero que tengas un bello finde ...
mil cariños
Amapola Palacios
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