miércoles, octubre 25, 2006

Historia de un milagro

Bastaba que ella se asomara en la ventana para que él hiciera lo mismo del otro lado de la calle, siempre intentando que todo pareciera casual, aun cuando eso había dejado de tener sentido hace mucho tiempo.

La vigilaba desde hace más de año y medio, conocía su rutina y había acomodado la suya para poder hallarla sin buscarla. Era obvio que la amaba, pero él no quería darse cuenta. Verla a ella, día tras día, era suficiente. Para qué darle un nombre a lo que sentía. Para qué atormentarse.

Ella le sonreía en ocasiones e incluso se quedaba toda la noche en la ventana para que él pudiera verla. Había algo en ella que resplandecía, una luz suave y tierna que hacía que él se sintiera vivo, a pesar de no tenerla.

Sin embargo, no todo sueño es perfecto. Ella solía perderse, así, sin dejar rastro. Se llevaba la magia y él no podía hacer otra cosa que quedarse solo, siempre en la ventana esperando su regreso.

Una noche, confundidos por la lluvia que golpeaba los cristales, él la vio en los brazos de otro hombre. Sus labios, ahora sí le eran ajenos. Cerró con rabia las persianas, apagó la luz y se puso a llorar sin entender el motivo.

Era natural que eso pasara. Ella nunca le había pertenecido. La calle los separaba y ninguno de los dos había hecho nada por cambiarlo.

Cuando él apagó la luz, ella sintió miedo. No quería perderlo, sin embargo, después de ese beso, la calle se ensanchó y el cristal de las ventanas se hizo opaco. Lastimosamente, el miedo alimentó la distancia que había entre él y ella.

Así siguen, todavía hoy. Cada uno en su casa con la puerta cerrada. Ella ya no sale, no se deja ver como antes. No quiere causarle más daño.

Sin embargo, frente a ella, como una pequeña luna que crece día tras día, hay una luz brillante y poderosa que ella encendió, sin darse cuenta, en el rostro del joven que la miraba, como hechizado, todos los días.

Él todavía la ve, ve la luz que resplandece en ella porque algo en su pecho, fe o locura, le dice que esta historia aún no ha llegado a su fin...

Para bien o para mal, ella está en él y él en ella.

Quizás les haga falta la fuerza de un milagro, uno que ya ocurrió y que todos han visto menos ellos. Un milagro llamado amor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

HISTORIA DE UN MILAGRO EN CALAMA CHILE
CAMILA ROJAS Una joven como tu, sufre un atropello y como consecuencia de ello quedo en estado gravisimo, tras muchos meses de Fe,esperanza de ella , familia, comunidad y porfesionales, Su recuperacion esta logrando exitos milagrosos. VIDEO DE DIFUSION LIBRE
http://video.google.es/videoplay?docid=-6208390642212466704
GRACIAS